LA CUESTIÓN TRANS

LA CUESTIÓN TRANS

¿Cómo iremos a plantear la lucha por la Identidad de Género éste 2011? ¿Tenemos potestad para cuestionar el derecho a la identidad de l@s compañer@s trans? ¿Entendemos acaso lo que significa ser trans? Creo que todavía tenemos mucho que aprender. En lo que respecta a diversidad sexual, la cosa no terminó el 15 de julio de 2010, tenemos que seguir educando para no darle tranco a ciertos sectores sociales, políticos y religiosos a dar un zarpazo contra los derechos adquiridos y permitirnos la posibilidad de seguir alcanzando nuevos derechos.

El año pasado tuvimos unos cuantos puntos en disidencia con las ONG´s que se ocupan de la diversidad sexual en Mendoza y entre esos puntos disímiles está el saber desde que lugar apoyaremos aquellos que no somos personas trans la lucha por el derecho a la Identidad de Género.

Se establecieron grupos de estudio sobre la temática, lo que me parece excelente desde un punto de vista educativo. En ese sentido creo que sería muy interesante que tod@s comenzáramos a foguearnos más en temas ásperos para ciertos sectores conservadores de ésta provincia. Ya nos pasó con la Ley de Matrimonio Igualitario. Mientras muchos se oponían, muchos otros adherían sin mayores cuestionamientos, desde el lugar de la aceptación de la diferencia. Nosotros somos testigos que los sectores heterosexuales apoyaron la causa de toda la comunidad homosexual sin la pretensión de establecer pautas rígidas, gente que estuvo al lado nuestro incondicionalmente sin discutir “desde qué lugar apoyar y si es que apoyaban el proyecto de ley”. Esa gente fue un ejemplo de aceptación y tolerancia, aunque esto último tenga implicancias negativas a la hora de resistir la homofobia social, sin embargo tuvieron la amplitud mental suficiente para ejercer presión aunque la causa no les diera en el pecho.

Pero aparentemente con el derecho a la identidad de género, incluso l@s mism@s compañer@s gays, lesbianas, bisexuales y algun@s trans de Mendoza están en una postura algo inflexible. Parece que no nos dimos cuenta que la comunidad trans necesita de todo el apoyo posible, en primera medida, por que son un grupo poblacional muy pequeño y en segundo término por que no están bien organizad@s.

Creo que hay cuestiones prioritarias y otras que no lo son tanto. Una cosa prioritaria en éste tema es comenzar a informar a la sociedad sobre qué es la transgeneridad y cómo funciona para poder reflexionar sobre la Identidad de Género.

La diferencia entre travesti, transgénero y transexual si bien es muy delgada, realmente no es complicada, sólo es cosa de poner atención y más empatía.
Una persona travesti es aquella que viste con ropas del sexo opuesto al de nacimiento. Esto puede deberse a diversos factores. Igualmente la persona está conforme con su sexo de nacimiento, no desea cambiar su cuerpo por medio de hormonas y mucho menos llegar a una reasignación quirúrgica.
Una persona transgénero o también llamada “trans” es alguien que ya vive en el rol de género al que efectivamente pertenece, ya ha pasado por una fase de auto aceptación, por medio de terapias psicológicas que tienen como objeto guiarla a través del proceso (no “curarse” como muchos creen). A eso sigue la terapia con hormonas, que debe realizarse bajo supervisión médica debido al delicado uso de estas sustancias. Much@s transgénero no desean llegar a una reasignación de sexo por motivos que van desde lo personal hasta razones médicas.
Las personas transexuales son las que aspiran a someterse a una reasignación genital por que se sienten desconformes con ellos, lo que les genera una angustia permanente. Así, transexuales son aquellos que anhelan la reasignación de sexo y aquellos que ya se sometieron a ella.
La transgeneridad o ser una persona trans significa que esa persona transgrede su género, es decir, su sexo biológico. Ésta situación no es una construcción conciente del ser humano. Al igual que la homosexualidad, el lesbianismo o la bisexualidad, la transgeneridad es una identidad con la que se nace. Científicamente no se sabe su origen, aunque algunos autores suponen que juegan un rol importante las causas biológicas, psicológicas y en una posición más conciente, construcciones sociales y culturales.

Aún hoy se patologiza la cuestión trans, a la que la comunidad psiquiátrica nombró “Disforia de Género”, también conocido como “Trastorno de Género”. Disforia significa disgusto o malestar. Las personas Transgénero son gentes que se sienten desconformes con sus cuerpos o como socialmente se dice, se sienten pres@s en el cuerpo equivocado. L@s travestis sin embargo no sienten lo mismo que l@s transgénero. Ell@s no tienen conflicto con su cuerpo y genitales y disfrutan de poder ejercer ambas identidades. La persona transexual es aquella que quiere modificar o ya ha modificado su sexo para que su cuerpo sea acorde a su identidad.

Entonces podemos decir que la identidad de género consiste en la "concepción propia de un individuo sobre si es varón o mujer, indistintamente del sexo biológico."

Nosotros no estamos a favor de la patologización de la identidad trans. Creemos que una persona trans debe tener el acompañamiento y la contención necesaria para que su proceso sea el más saludable posible. Pero no serán éstos conceptos los que nos lleven a no apoyar al colectivo trans en la lucha por su derecho a la Identidad, por el contrario, nuestro apoyo se sustenta básicamente en la necesidad real que existe de otorgarles un DNI con el nombre y la foto que l@s identifica en este momento. Seamos concientes, por ejemplo, que una chica trans con nombre de varón en su DNI tiene limitado el acceso a muchos sitios, entre ellos a la educación, a la salud, al trabajo, etc. Estamos seguros que una Ley de Identidad de Género no va a alcanzar para erradicar la transfobia que existe en Mendoza, como en el resto del país, pero al igual que la Ley de Matrimonio Igualitario, será el puntapié inicial para la aceptación social de una realidad que existe desde que el mundo es mundo. Hay muchas cosas a las que no podemos seguir haciendo oídos sordos, y ésta es una de ellas.

Bien dice el refrán que la unión hace la fuerza y en éste caso es una realidad, por que mientras más desunidos estemos, mayor fuerza le damos a los sectores de la derecha católica a sacar las garras y arrebatarnos todo lo que hoy tenemos gracias al esfuerzo, al tesón y a no bajar los brazos ante las adversidades. Estamos viviendo en un país mejor, sería bueno que lo sigamos mejorando haciéndonos de las luchas por los derechos que a muchos oprimidos les falta.