Estuve pensando largamente cuál sería la mejor manera de recordar al compañero Néstor sin caer en la congoja de su partida. Estuve pensando qué sería lo que él esperaba de nosotros, sus militantes, sus soldados, fieles a un modelo inclusivo, popular, donde se piensa en el que menos tiene y se reparte la torta en cuarenta millones de trozos.
Y comienzo a imaginar un país sin K y me empiezan a dar escalofríos. Imagino por ejemplo, a mis nietos pagando las deudas contraídas por los nefastos; nos veo viajando por American Airlines en vez de viajar por Aerolíneas Argentinas y a Macri enviando nuestras cartas y encomiendas a precios irrisorios; imagino a mis hijos y nietos trabajando en negro, desempleados o subempleados; me veo pidiendo justicia a una Suprema Corte con colores claramente políticos que responden a otros intereses diferentes de los de la justicia misma; a clarín envolviéndonos en sus tinieblas para no ver, no oír y callar; imagino un Jefe de Estado sin hacerse cargo de su lugar como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y los retratos de los genocidas aún colgando de las paredes de la EsMA; a los actores peleando aún hoy por sus derechos de propiedad intelectual; los asesinos de lesa humanidad gozando de sus indultos; las madres y abuelas mendigando justicia por sus desaparecidos; un Mariano Tripiana sin pasado y sin presente; una dictadura feudal y terrateniente de los señores de la Sociedad Rural; me imagino acallado por los monopólicos que manejaron otrora la realidad; un país donde la libertad de expresión fuera censurada por la falta de legitimidad de una ley de medios para todos y todas; privados de una empresa de papel prensa para todos los que quieran decir lo que piensan sin miedo a ser el desaparecido número treinta mil uno; una argentina machista y falocrática donde solo se pueden casar los que gozan de una orientación sexual heterosexual y donde es impensable ver a una mujer a cargo; un país donde el debate social no existe, donde el Estado no recibe a los sectores minoritarios y no se hace cargo de reivindicarlos; a miles de niños sin escolaridad y sin sus vacunas reglamentarias, aunque los gorilas piensen que es demagogia; a miles de abuelos y abuelas tratando de sobrevivir con pensiones de ciento cuarenta y cinco pesos; a un país alejado de sus hermanos latinoamericanos; y ni siquiera pensar en intentar el debate por Ley de Aborto no punible, Ley de Identidad de Género y Ley de reasignación de sexo.
Pero menos mal que tuvimos una fuerza K que nos dio La cancelación de la deuda externa, negociaciones con quitas de hasta el 70%, no negociar con los planes deajuste que propone el FMI, la readquisición de Aerolíneas y de Correo Argentino, la suba del índice de empleo en blanco, la limpieza de la Suprema Corte de Justicia, el enfrentamiento con los monopolios de la información y otros sectores claramente de derecha como la Iglesia Católica, los Juicios por la Verdad y la Justicia, la Ley de Medios, el debate por papel prensa, la Ley de Matrimonio Igualitario, la Asignación Universal por Hijo, las Jubilaciones de Amas de Casa, la UNASUR, y otros tantos beneficios que sería enormemente largo decirlo en un discurso tan corto.
Y el compañero Néstor nos dejó el legado más querido e importante: Cristina.
Se me hace imposible disociar entre el período de Néstor y el de Cristina. Es para mí un todo, la continuidad, es el camino trazado. Si éste texto tuviera que ser un homenaje, diría que es un homenaje al matrimonio Kirchner, no una distinción póstuma al segundo gran líder de éste país.
Cristina, ya quedó demostrado que le pueblo está con vos y que toda la Argentina te levanta el pulgar para que sigas trabajando como hasta ahora.
Argentina confía en vos y tenemos la certeza de tu protagonismo en la historia como la primer mujer que tuvo los pantalones bien puestos Y que, obediente a sus ideales, profundizó y arraigó éste MODELO NACIONAL Y POPULAR.
Solo nos resta decir que el dos mil once nos encuentre libres, unidos y luchando por una patria grande e inclusiva.
Y comienzo a imaginar un país sin K y me empiezan a dar escalofríos. Imagino por ejemplo, a mis nietos pagando las deudas contraídas por los nefastos; nos veo viajando por American Airlines en vez de viajar por Aerolíneas Argentinas y a Macri enviando nuestras cartas y encomiendas a precios irrisorios; imagino a mis hijos y nietos trabajando en negro, desempleados o subempleados; me veo pidiendo justicia a una Suprema Corte con colores claramente políticos que responden a otros intereses diferentes de los de la justicia misma; a clarín envolviéndonos en sus tinieblas para no ver, no oír y callar; imagino un Jefe de Estado sin hacerse cargo de su lugar como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y los retratos de los genocidas aún colgando de las paredes de la EsMA; a los actores peleando aún hoy por sus derechos de propiedad intelectual; los asesinos de lesa humanidad gozando de sus indultos; las madres y abuelas mendigando justicia por sus desaparecidos; un Mariano Tripiana sin pasado y sin presente; una dictadura feudal y terrateniente de los señores de la Sociedad Rural; me imagino acallado por los monopólicos que manejaron otrora la realidad; un país donde la libertad de expresión fuera censurada por la falta de legitimidad de una ley de medios para todos y todas; privados de una empresa de papel prensa para todos los que quieran decir lo que piensan sin miedo a ser el desaparecido número treinta mil uno; una argentina machista y falocrática donde solo se pueden casar los que gozan de una orientación sexual heterosexual y donde es impensable ver a una mujer a cargo; un país donde el debate social no existe, donde el Estado no recibe a los sectores minoritarios y no se hace cargo de reivindicarlos; a miles de niños sin escolaridad y sin sus vacunas reglamentarias, aunque los gorilas piensen que es demagogia; a miles de abuelos y abuelas tratando de sobrevivir con pensiones de ciento cuarenta y cinco pesos; a un país alejado de sus hermanos latinoamericanos; y ni siquiera pensar en intentar el debate por Ley de Aborto no punible, Ley de Identidad de Género y Ley de reasignación de sexo.
Pero menos mal que tuvimos una fuerza K que nos dio La cancelación de la deuda externa, negociaciones con quitas de hasta el 70%, no negociar con los planes deajuste que propone el FMI, la readquisición de Aerolíneas y de Correo Argentino, la suba del índice de empleo en blanco, la limpieza de la Suprema Corte de Justicia, el enfrentamiento con los monopolios de la información y otros sectores claramente de derecha como la Iglesia Católica, los Juicios por la Verdad y la Justicia, la Ley de Medios, el debate por papel prensa, la Ley de Matrimonio Igualitario, la Asignación Universal por Hijo, las Jubilaciones de Amas de Casa, la UNASUR, y otros tantos beneficios que sería enormemente largo decirlo en un discurso tan corto.
Y el compañero Néstor nos dejó el legado más querido e importante: Cristina.
Se me hace imposible disociar entre el período de Néstor y el de Cristina. Es para mí un todo, la continuidad, es el camino trazado. Si éste texto tuviera que ser un homenaje, diría que es un homenaje al matrimonio Kirchner, no una distinción póstuma al segundo gran líder de éste país.
Cristina, ya quedó demostrado que le pueblo está con vos y que toda la Argentina te levanta el pulgar para que sigas trabajando como hasta ahora.
Argentina confía en vos y tenemos la certeza de tu protagonismo en la historia como la primer mujer que tuvo los pantalones bien puestos Y que, obediente a sus ideales, profundizó y arraigó éste MODELO NACIONAL Y POPULAR.
Solo nos resta decir que el dos mil once nos encuentre libres, unidos y luchando por una patria grande e inclusiva.
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